
Ha sido una semana de ajetreo entre terapias, estudios y gestiones; pero, no quiero dejar pasar la oportunidad para felicitar tanto a los niños y niñas con autismo (TEA) y otras condiciones especiales, y también a los padres y encargados de estas personas especiales.
Quisiera dedicar la siguiente carta a todos estos padres o encargados abnegados y dedicados a impulsar a sus hijos hacia delante. A ustedes va mi respeto, expresado en las siguientes líneas:
Por tener el corazón grande: para llenarlo de amor diariamente;
Por tener el corazón fuerte: para no sucumbir ante la tentación de rendirse;
Por tener el corazón constante: para repetir lo mismo una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez…
Por tener un corazón esforzado: capaz de entender lo que es sacrificio verdadero;
Por tener un corazón humilde: para dejarse ayudar;
Por tener un corazón sensible: para saber cuando le llaman con microgestos, cuando le aman sin hacer contacto visual, cuando necesitan su abrazo pidiéndolo a golpes;
Por tener un corazón alegre: capaz de no amargarse, de ser agradecido y de disfrutar el presente.
Por tener un corazón así: GRACIAS.
Recuerde: cada niña y niño con autismo (TEA) merece tener un padre, madre o encargado que le ame, le valore y le respete.
Que la pasen bien.