
Estaba lloviendo mucho y tronando estrepitosamente. NIH estaba nervioso sentado en el sofá, hasta que Jacskon, el Boston Terrier, brincó a sus pies y se acostó a dormir. Sí, a dormir, mientras NIH lo tocaba y tocaba, relajándose poco a poco.
Así pasaron casi dos horas, juntos. Ambos se hicieron compañía en lo que pasaba el tremendo aguacero.
NIH se acuerda del Huracán María (que afectó a Puerto Rico en el 2017); cada vez que llueve con viento y truena, pregunta si regresó el huracán. Así que cuando se distrajo con Jackson, nos sentimos felices.
Los Boston Terriers son bien juguetones, pero pueden aprender a comportarse con tranquilidad; al menos, Jackson se porta súper bien con NIH (¡gracias a Dios!).
Les comparto esto porque no hay mucho publicado sobre lo que estos perros en específico pueden hacer para ayudar a niños(as) con autismo (TEA). Pues, por ejemplo, les pueden aliviar el estrés en momentos como este.
