Categoría: Reflexión Cristiana

Este poema es para todos aquellos hermanos y hermanas que reconocen que no todo está bien — dentro de sus almas. Porque aunque no se supone que cedamos ante las tentaciones, mientras estemos en este cuerpo no estamos exentos de caer. 

Aquí, algunas palabras del alma que nos pueden ayudar a decirle a Dios lo que Él ya sabe: que lo extrañamos y queremos volver a Él.

Dios le bendiga. (Deslice el contenido hacia la izquierda o la derecha para acomodar en la pantalla. Slide content to either side to fit the screen.)

RECUERDOS

Recuerdos de mi alma 
Encerrada en un círculo de No-Puedo
Añorando una salida para este martirio
Torturada por un pasado tan bueno.

Tan bueno, a pesar de las batallas
Que pasaban furiosas, sangrientas
Pero que no me herían el alma
Y aunque en lágrimas durmiera
La paz no se moviera
Porque estaba enamorada de ti.

Enamorada del Dios que me había salvado
Que me había escogido para luchar
Para servir
A quien prometí que no me iba a rendir
Pero aquí estoy, de nuevo…

De nuevo perdida, pero en otros mares
Con diferentes nombres
Pero de olas similares
Que se levantan, regias, imponentes
Poderosas sobre una pequeña yo.

Una pequeña yo que como niña llora
Y te llama y te llama y te llama
Sin alzar la voz
Porque el miedo impedida la tiene
Detenida, en la cama, esperando el sol.

El Sol de Justicia es mi Ayudador
Pero no logro verlo
Y esperarlo no sé si pueda.
Me he encerrado con cadenas
Y aún si sale el sol
¿Cómo saldré yo?

¿Saldré yo? ¿Escaparé algún día?
Porque mis fuerzas menguan
¡Pero no quiero olvidar lo que me motiva
Esa sangre vertida en mi lugar
El Hijo del Hombre machacado por mí!
¡Un Inocente pagó por mi culpa!
Me motiva ese amor para seguir.

Y a seguir voy.
Gastaré el suelo dando vueltas
Pero no me voy a rendir
Hasta ver el Sol, hasta ver la luz
Hasta que se rompan las cadenas
Que Él romperá por mí.

Por mí murió y no lo voy a defraudar
Lo honraré en mi espera
Lo honraré recibiendo su gracia
Lo honraré creyendo que vendrá por mí.

Los recuerdos de mi alma
Dentro de este círculo de pena
No me torturarán más.
Serán mi vara y mi cayado a cuestas
Mi inspiración diaria para volver a pelear.

A pelear por lo que es mío
Por una gran bondad ajena.
¡Jesucristo pagó el precio por mi libertad!
¡Jesucristo pagó el precio por mi libertad!

¡Por mi libertad, a las trincheras!
¡A creer aunque no vea
Y a desear sobremanera 
Lo que sea su voluntad!

Deseo, sobremanera,
Cual sea tu voluntad.