
Esta fue una conversación real con NIH:
(TITI:) Pero estás triste. Piensa mejor en todas las cosas que sí tienes.
(NIH:) Yo quiero [esto y esto…].
(TITI:) Pero insistir en eso te hace llorar, estás triste. Mejor, vamos a pensar en las cosas que te hacen feliz.
(NIH:) Pero tener [esas cosas] me hace feliz.
Irrefutable para él. No lo pude convencer…
No sé si a su hijo(a) con TEA le pasa igual, pero muchísimas veces sorprendemos a NIH solo, llorando por cosas que no puede tener. Y no estoy hablando solamente de las cosas que no podemos costear, sino, otras peores: quiere un dinosaurio real, tener animales salvajes domesticados de mascota en el patio de la casa; que nuestra casa se haga más grande…
Siempre ha sido así. Es gracioso a veces, pero otras, es muy triste. Porque no logra entender por qué no puede tener lo que desea, aunque ya tiene 13 años.
Nosotros hemos encontrado refugio en nuestra fe. Le decimos que cuando Jesús venga, le pida las cosas que ahora no puede tener. “Si le parece una buena idea” (nuestra forma de decirle, “si es Su voluntad”) lo podrás tener. Así que, ¡le tiene una lista de peticiones bien larga a Dios!
En este vídeo de unos años atrás, NIH está pidiendo un martillo eléctrico (un “jackhammer”). Pero no de juguete, no señor. Aunque no está en el vídeo, NIH sabía la diferencia entre un juguete y algo real, y quería uno de verdad. Todavía hace los mismos gestos cuando pide algo.
¿Qué hace usted cuando su chico o chica se siente triste o frustrado por algo que no puede tener? Anteriormente en este blog les he compartido algunas de nuestras ideas (ej. juego de roles, imitaciones, modelos, etc.), pero a veces, todo nuestro esfuerzo es futil; solamente lo podemos acompañar y dar amor. ¿Tiene algunas sugerencias? Con gusto las quisiera leer.
Gracias por visitarme otra vez. ¡Hasta la próxima!