
Según comienza este nuevo año, continúan ininterrumpidas muchas tragedias a nivel mundial. Pero la Iglesia del Señor tiene promesas que trascienden a este mundo, ofreciendo esperanza aún en el más oscuro de los días.
Por lo tanto, adelante en el Señor, peleando la buena batalla de la fe, para que juntos alcancemos el gran premio al final de esta jornada (cf. 1 Timoteo 6:12).
Dios les bendiga a todos, y gracias por compartir conmigo en este medio. Esperamos que en este año podamos continuar esta labor con mayor fuerza, creatividad y gracia del Señor.
Hasta prontito, si Dios lo permite.