Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán […].
Salmos 42:6 (RVR 1960)
En un momento difícil, el salmisa recordó las obras pasadas de Dios en su favor (cf. Salmos 42:6). Así también pudiéramos hacer nosotros.
Todos los creyentes tenemos que sufrir de alguna persecución (cf. 2 Tim. 3:2). La prueba de nuestra fe nos tiene que venir a todos los que queremos llegar al cielo (cf. Sal. 7:9, 1Pd.1:6-7).
En esos momentos, es útil recordar cómo Dios ha estado antes con nosotros, cómo nos ha consolado, librado, provisto, ayudado…
Pero si no procuramos un encuentro con Dios AHORA, en los momentos de oasis; AHORA, cuando el Espíritu nos avisa que viene algo de camino… ¿qué nos sostendrá? Sí, la fe es buena. Pero si tenemos una experiencia personal, innegable, real, con nuestro Señor, tendremos qué responderle a nuestra alma cuando en el silencio el enemigo nos tiente a retroceder.
Las experiencias de otros nos fortalecen la fe, pero una experiencia personal nos sirve de ancla. Una experiencia con Dios hoy, será un arma más contra el enemigo mañana.
Dios le bendiga. Gracias por su visita. Hasta la próxima.