Categoría: Reflexiones Cristianas
Lectura sugerida para comprender el contexto: 1 Samuel 20.
“Pero ninguna cosa entendió el muchacho; solamente Jonatán y David entendían de lo que se trataba.”
1 Samuel 20:39 (RVR 1960)
El siervo de Jonatán fue instrumento útil para que el príncipe comunicara a David lo necesario para salvar su vida. Sin embargo, el siervo mismo nunca se enteró de lo que estaba realmente sucediendo. Simplemente, hacía su trabajo.
Asimismo, muchas veces somos instrumentos en las manos de Dios sin saberlo. Lo único que tenemos que hacer es nuestro trabajo: obedecer a Dios, aunque no lo comprendamos. En el proceso de servirle con fidelidad, Dios nos usa como Él quiere.
¿Quién sabe de cuántas formas nos ha usado Dios y no lo hemos sabido? Al fin y al cabo, no es nuestro trabajo entenderlo, sino obedecerlo. Es más, podemos darle gracias en todo, porque no importa las circunstancias, nunca nos abandona. Si nos permite pasar por sufrimientos, recordamos a Job y a José… ¿A cuántos salvó Dios por la fidelidad de ellos? Y si pasamos por alegrías, sabemos que Dios bendecirá a toda la congregación, como hacía con el rey David.
En las buenas y en las malas, seamos fieles a Dios. Porque somos instrumentos en las hábiles manos del Creador.