Qué alivio no ser los mejores

No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;

Sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento [a vuestros padres].

Deuteronomio 7:7-8 (RVR 1960)

¡Qué bueno que el amor de Dios no hay que ganarlo! Desde antes de nacer (1), ya Dios nos ha amado, llamado y escogido. No hay obras que podamos hacer, ni favores que podamos darle, que compren su confianza y afecto por nosotros.

Desde antes de nacer, Dios amó a Jacob y aborreció a Esaú (2). Y los predestinó, a cada uno, conforme a su propósito. Porque desde antes de nacer, ya sabe Dios la función que servirán nuestras vasijas: si para honra o deshonra (3).

Así mismo, mientras nos formaba en el vientre, conoció Dios nuestros caminos y errores, y nuestras virtudes y victorias. No le impresionan nuestros logros, ni le sorprenden nuestros tropiezos. Y conociendo cada una de nuestras decisiones, desde antes de conocerlo a Él, Él nos amó primero. (4)

El ser escogidos de Dios nos quita de encima el peso del orgullo, el riesgo de creer que por nuestros méritos solamente alcanzamos el favor de Dios. (5)

No somos cristianos fieles ni piadosos porque nuestra naturaleza nació así (6). No somos el pueblo de Dios porque Él viera desde el cielo que éramos tan buenos que merecíamos estar con Él. Somos pueblo escogido, nación santa, la novia del Cordero, la Iglesia de Cristo, solamente por su amor; porque un día Dios quiso hacer un tesoro de unos pedazos de barro (7). Y ahora brillamos como oro porque Cristo nos purificó de la escoria impregnada en nosotros por causa de la concupiscencia.

Somos salvos, no por las obras que pudiéramos haber hecho, sino por Su gracia (8). Y permanecemos santos, no por la fuerza de nuestra voluntad ni la inmensidad de nuestro amor por Dios, sino, por la inmensurable gracia y poderoso amor de Cristo, del cual nadie nos puede separar (9).

Así que, luchamos por asir al que nos agarró y nos sostiene (10). Nosotros luchamos hacia arriba (11), y desde arriba Dios nos sostiene, derramándose Cristo como libación, en misericordia, por su intercesión como nuestro gran Sumo Sacerdote.

Y siendo aliviados de la presión de alcanzar una perfección que fuera de Cristo no poseemos, todos los que somos perfectos en Él, en Él permanezcamos (13), amarrados a Él, unidos por su amor, ligados como un pueblo por medio de la sangre de Jesús, nuestro Cordero Redentor.

ALGUNAS CITAS BÍBLICAS DE REFERENCIA

(1) Desde antes de nacer, tú eres mi Dios

Salmo 22:9-10: “Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.”

(2) Amó a Jacob y aborreció a Esaú

Romanos 9:11-13: “(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.” (cf. Malaquías 1:2-3)

(3) No hay injusticia en Dios

Romanos 9:14,16,20-21: “¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. […] Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. […] Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?

(4) Dios nos amó primero

1 Juan 4:19: “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.”

Romanos 5:8: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”

(5) No nos escogió por nuestros méritos

Deuteronomio 7:7-8: “No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; Sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento [a vuestros padres].”

(6) Nuestra naturaleza también era pecaminosa

Efesios 2:3: “entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”

(7) Un tesoro en vasos de barro

2 Corintios 4:7: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”.

(8) Salvos por gracia

Efesios 2:8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

(9) Seguros en el amor de Cristo

Romanos 8:35,39: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? […] ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

(10) Procurando agarrar, habiendo sido ya agarrados por Cristo

Filipenses 3:12: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.”

(11) Camino hacia arriba

Proverbios 15:24: “El camino de la vida es hacia arriba al entendido, Para apartarse del Seol abajo.”

Colosenses 3:1: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.”

(12) Cristo es nuestro Sumo Sacerdote

Hebreos 3:1: “Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús”. (cf. Hebreos 5:5, 9:11; otros)

(13) Debemos permanecer en Cristo

Juan 15:4: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.”

TODAS LAS CITAS TOMADAS DE LA VERSIÓN REINA-VALERA 1960.


Posted in Reflexiones | Tagged , , , | Leave a comment