Recientemente, NIH llegó al centro de terapia con goma de mascar (en Puerto Rico le llamamos chicle). Yo había escuchado que algunas terapistas del habla lo recomiendan para niños con problemas específicos, como NIH.
A él le encanta mascar chicle, y lo tira tan pronto le digo, así que no representa ningún problema de conducta.
NIH había intentado hacer bombas con su chicle muchas veces, pero nunca le pude enseñar bien.
Este día, su terapista de habla le dice que no lo bote, porque le enseñaría a soplar bombas. ¡Me derretí, porque pensé que lo iba a frustrar, que no lo iba a lograr! Pero ni tiempo me dio para avisarle, ya habían entrado a la oficina. Entonces decidí confiar en la experiencia de la terapista; y se lo encomendé a Dios.
Antes de cumplido el tiempo, ella me llama: “ven para que veas”. Es increíble lo que logra hacer una buena terapista, con conocimiento, amor y paciencia.
Ya NIH hace bombas grandes y esto lo hace muy, muy, feliz.