Categoría: Reflexiones Cristianas
“Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová…” (2 Sam 6:14a)
“Como el ciervo brama por las corrientes de la aguas…” (Salmo 42:1a)
Pasión es un deseo vehemente por algo o alguien. Es como fusionar el fervor y el amor. No es mera emoción y ni un sentimiento pasajero. La pasión es viva e intensa; una experiencia personal profunda.
Los cristianos debemos servir a Dios con esta pasión. Le alabamos y adoramos con demostraciones externas de nuestro sentir por Él. Le cantamos con alegría; oramos con vehemencia y fervor.
Según nuestra relación con Él crece, debe crecer también nuestra pasión por Él. Su presencia y su comunión se convierten en nuestro mayor deseo y más grande necesidad.
Seamos cristianos apasionados. Que nuestra pasión inspire a otros a desear lo mismo. Que piensen: ¿qué tiene ese Dios que provoca tan grande pasión sobre los que le invocan? Así sea.
