
A NIH le fascinan los dinosaurios, como a tantos otros niños más. También los dragones porque se le parecen a los dinosaurios. Y los castillos porque, pues, ¿a quién no?
Juntos construimos un castillo para dinosaurios y dragones con materiales reusados: rollitos de papel higiénico, papel de regalo, caja de zapato, caja de perfume, otra caja de cartón vacía; además, figuritas de palmas, de dinosaurios y dragones; pegamento, cinta adhesiva y tijera. Por supuesto, se puede usar cualquier extra, como brillo, y “chenille” o limpia pipas (algunos le llaman alambres peludos). En fin, lo que tenga a la mano. En la red o específicamente en Pinterest hay muchas ideas.
Como siempre, la parte favorita de NIH es el juego de roles, aunque casi nunca quiere participar directamente. Se lo goza con el drama, la historia y la interacción de los personajes. Es que cobran vida en su mente tan visual.
Otro bono es que sin darse cuenta, practica destrezas de motor fino y desarrolla su creatividad. Él conoce sus limitaciones motoras, aunque no lo pueda expresar, así que lo ayudo para que quede como él quiere. Por ejemplo, si no puede pegar una torre con precisión, al menos le pido que la presente exactamente donde la quiera.
También, practicamos destrezas del habla, como composición de oraciones, y preguntas y respuestas, describiendo y narrando los eventos.
Por último, como él cuenta las cosas una y otra vez, le ayuda a ejercitar la memoria, a aprender a relatar eventos en orden cronológico, y a destacar los asuntos relevantes.
El tiempo invertido lo vale, porque el niño se lo goza. Y si él es feliz, nosotros también.
Gracias por su visita. ¡Hasta pronto!